El colon o también llamado intestino grueso, es la parte final del tubo digestivo, mismo que termina en el recto y ano.

El cáncer de colon y recto ocupa el tercer lugar en frecuencia de presentación de todos los canceres. Los factores que incrementan el riesgo de padecer cáncer de colon están relacionados con el estilo de vida y alimentación, el sobrepeso, la falta de ejercicio, el tabaquismo, la alimentación con alto consumo de carne roja y carnes procesadas y algunos embutidos pueden aumentar su riesgo de cáncer colorrectal. Algunas enfermedades como la poliposis o la enfermedad inflamatoria colónica también podrían incrementar su frecuencia. Existen además algunas condiciones genéticas que incrementan el riesgo de padecerlo, como el Síndrome de Lynch.

El riesgo de padecer cáncer de colon se incrementa con la edad, los mayores d e50 años son más susceptibles de padecerlo, aunque se ha visto incremento en población más joven, posiblemente por el estilo de vida y dieta actual.

Los síntomas de esta enfermedad son muy inespecíficos y pueden confundirse con otras enfermedades no cancerígenas, las principales manifestaciones son; sangrado por el recto, sangre en las heces después de defecar, cambios en la forma o consistencia de sus heces (diarrea o estreñimiento que dura varias semanas), cólicos intestinales, estreñimiento, distensión abdominal, debilidad o fatiga, pérdida de peso no intencional.

El diagnostico se realiza mediante diversos estudios radiológicos, marcadores tumorales en sangre y colonoscopias.

El tratamiento principalmente es quirúrgico, consiste en extirpar el segmento de colon afectado, así como sus ganglios, cuando el tumor ha rebasado las capas del intestino puede requerirse quimioterapia y el pronóstico se ensombrece.

La detección oportuna debe realizarse en la población de riesgo como diabéticos, sedentarismo, consumo de alimentos ricos en grasas, o quienes tienen antecedentes familiares, por lo que es conveniente acudir al Oncólogo para determinar las acciones de detección oportuna.