El estomago es la porción del tubo digestivo situado entre el esófago y el intestino. Se encuentra localizado en la parte superior del abdomen, separado de los pulmones por un musculo llamado diafragma. El estómago es muy distensible, por lo que varía considerablemente de tamaño dependiendo de si está lleno o vacío y es el órgano responsable de mezclar los alimentos ingeridos para iniciar la digestión.

Los factores de riesgo para padecer cáncer de estómago son el tabaquismo, dieta que contenga grandes cantidades de alimentos ahumados, pescado y carne salada y vegetales conservados en vinagre de alimentos procesados, o infección crónica por la bacteria Helicobacter pylori (H pylori).

El cáncer de estómago tiende a desarrollarse lentamente a lo largo de muchos años. Antes de que se forme un verdadero cáncer, a menudo ocurren cambios precancerosos en el revestimiento interno (mucosa) del estómago. Estos cambios tempranos casi nunca causan síntomas y, por lo tanto, no se detectan.

Es frecuente que no haya síntomas del cáncer de estómago en etapas iniciales ya que suele confundirse con cuadros de gastritis. Los síntomas mas frecuentes son sensación de distensión abdominal después de comer, plenitud posprandial (sentirse lleno después de comer pequeñas porciones de comida), náuseas, acidez estomacal o indigestión.

Los tumores cancerosos que comienzan en diferentes secciones del estómago podrían producir síntomas diferentes y suelen tener consecuencias diferentes. La localización del cáncer también puede afectar las opciones de tratamiento. El tratamiento se basa principalmente en resecar la parte del estómago afectado, reconstruyendo su tránsito. Dependiendo de lo avanzado de la enfermedad puede requerirse adicionar quimioterapia o radioterapia.

Debido a lo inespecífico de los síntomas, muchos casos se diagnostican en etapas avanzadas, por lo que es conveniente acudir al Oncólogo oportunamente.